
Mis cuentos del camino
Reto personal 2023
Hace casi una década me propuse escribir mis páginas matutinas, la tarea solo consistía en llenar dos páginas completas con lo que mi dialogo interno, pensamiento, o un dictado superior o subconsciente me decía. La única regla era que debía fluir sin juicio, sin borrar ni tachar, no había nada que corregir. Es decir; vomitar todo mi mundo mental a diario, a primera hora de la mañana, después de mi meditación, todo esto no debía ser leído sino al cabo de un tiempo.
La sorpresa es que todos estos escritos al cabo de un tiempo eran una joya para cualquiera que los leyera. Eran como un regalo de sabiduría que me iban inoculando levemente. Así di rienda suelta a mi creatividad o como algunos místicos llaman: Mi conexión espiritual con ese ser divino que de una u otra forma guía nuestro andar por esta existencia.
Yo ya venia trabajando en mi proceso de despertar, pero lo sentía como una caída libre sin la esperanza de un paracaídas ni de un punto de impacto. Creo que los que se han atrevido a transitar sin juicio ese camino saben de que hablo. El punto es que en ese proceso incomodo o doloroso nos sentimos solos, abandonados, abatidos y totalmente desorientados y sin rumbo.
Mis paginas matutinas llegaron para ser esa conversación con ese gurú, maestro o guía que tanto necesitaba. Bien lo expresan algunos filósofos o corrientes de pensamiento: “Las respuestas están dentro de ti, busca y hallaras”.
En estas paginas encontré alivio, paz y dirección cuando me hallaba perdida. Estas paginas y los libros adecuados que llegaron a mí dieron sus frutos para superar con éxito muchas situaciones que el ser humano común y corriente sufre o padece en cualquier etapa de la vida.
Hoy creo que todas las batallas a las que un ser humano se enfrenta son necesarias para su crecimiento y superarlas depende de la capacidad que tengamos de evaluarlas con madurez.
Dirán mis lectores que estan viviendo la situacion desde el foso: ¿Me estas diciendo inmaduro? Pues… Déjame explicarte: Sí aun sigues viendo todo desde tus heridas emocionales, con la certeza de que eres la víctima en todo este asunto, de que la vida es dura, y que ademas continúes con la esperanza de que alguien mas (sea humano o divino) venga a resolver lo que solo tu interpretas como problema, estas pensando como un niño inocente en lo que respecta a tu existencia en este mundo.
Mi reto este año no consiste en ayudarte a resolver estos problemas, mas bien consiste en mostrarte un camino; no el único, no el perfecto, no el que “debes” tomar. Sino mas bien un simple camino que de tomarlo aunque sea en algunos de sus tramos te dará luces para construir uno propio. O tal vez animarte a recorrerlo y encontrarte con la agradable sorpresa de que es un camino que no solo yo, sino el ser superior en quien deposites tu fe te anima a transitar. No es casualidad de que hayas llegado aquí.
Así transitaremos los roles y los mundos en el que nos adentramos como seres humanos en la esquiva tarea de ser felices y vivir a plenitud.
Cada vez que recibas una de mis cartas puede que este impregnada de una parte mía, y de otra tuya que hasta ese entonces no habías descubierto. Me anticipo a disculparme por lo que esas cartas puedan contener, tal vez veas mi lado vulnerable o te obligue a mirar al tuyo…
Desde hace mucho rato he querido hacer este reto, pero entre la vulnerabilidad y el miedo me he paralizado y he pospuesto el entregarte algo de luz que hoy con gratitud siento que llena mi vida. Tal vez no estaba lista entonces, tal vez no era el momento. O simplemente desde mi arraigada creencia de ser siempre congruente y perfeccionista me limite a no ser parte del circo mediático reinante que no solo omite la individualidad sino que también la tacha.
Alguna vez escribí que leer un libro era como encontrarse con una persona. Decía yo que había libros sorprendentes y había libros aburridos, libros para leer una sola vez y libros a los que uno siempre quisiera volver; libros, al fin, mas nutritivos que otros… Encontrarse con otro es como leer un libro.
El camino del encuentro. Jorge Bucay
Este reto representa para mi el mayor antes expuesto. Hay quienes afirman que la mejor manera de aprender es enseñar, pues al enseñar lo aprendido consolidamos la lección. Aquí desde mi consciente postura de aprendiz eterna te iré compartiendo algunas experiencias y aprendizajes acerca de los roles y personajes que desempeñamos. Situaciones como las perdidas, el desamor, la necesidad de vinculo, las emociones, nuestra mente, las metas, entre algunas otras preguntas existenciales que todos en algún momento nos formulamos. Tendremos cincuenta y dos oportunidades de interactuar y sopesar. Te invito a descubrirte como la biblioteca ambulante que eres, y sin ningún tipo de reservas apuntarte a recibir mis cartas que con toda la mejor intención te enviare cada semana.
Una ultima cosa, quiero recordarte que aquí no hay respuestas falsas ni verdaderas, no hay nadie que nos coloque nota o nos etiquete. Sin juicio y sin regla nos adentraremos en este camino que tanto me ha esperado.
¿Me acompañas?

